El Técnico Superior en Producción Agropecuaria, con orientación en cultivos Intensivos domina los procesos productivos de producción vegetal, y su gestión considerando los principios científico tecnológicos que los fundamentan, de manera tal de poder aplicar en forma apropiada las tecnologías disponibles por los diferentes organismos y profesionales asesores. Si bien conoce perfectamente todas las actividades del proceso productivo y es capaz de ejecutar eficientemente gran parte de ellas, su labor principal radica en las actividades vinculadas con la organización, administración y gestión de dicho proceso con todo lo que ello implica para el propósito de lograr la producción planteada.
Lo anterior le posibilita poder determinar sobre la calidad, el destino y el acondicionamiento de los productos frutihortícolas, siendo la comercialización de los mismos un área prioritaria por ser productos altamente perecederos, y la gestión dentro de la cadena comercial, la logística y la vinculación con el medio socio–productivo en el cual está inserto, son funciones principales y permanentes.
Por otra parte posee capacidades vinculadas con la planificación y organización de la empresa o explotación en su conjunto y del uso de las maquinas, equipos e instalaciones agropecuarias.
Asimismo está preparado para encarar estrategias de vinculación del desarrollo de las actividades agrícolas productivas y de los ámbitos donde se realizan con el entorno local y regional del que forman parte.
Por ello, el técnico superior puede desempeñarse competentemente en diversas funciones propias de su especialidad, articulando con técnicos de nivel medio y profesionales universitarios en diversos ámbitos de desempeño del sector agrícola, tal como:
La explotación agrícola. Este es uno de los ámbitos privilegiados de desempeño del Técnico Superior y en el que puede ejercer plenamente su profesionalidad. En ella, puede desempeñarse ya sea como productor (por cuenta propia o asociado a otros productores) o como personal contratado. Su función o actividades pueden variar o adquirir especificidades de acuerdo a la escala y complejidad de la explotación, al tipo de producción y al grado de división del trabajo que caracterizan a la explotación. Los tipos de funciones que se pueden poner en escena remiten a diversas figuras ocupacionales tales como Administrador, mayordomo, encargado o capataz. Debemos considerar que estos roles aparecen claramente diferenciados en las explotaciones del tipo empresariales medianas a grandes, siendo el propietario, en muchas oportunidades, una figura empresarial, corporativa o de una agroindustria.
La demanda de este tipo de técnicos para desempeñarse en relación de dependencia en explotaciones frutihortícolas, aparece claramente expresada en las grandes o medianas empresas que plantean un alto nivel tecnológico.
El sector agroindustrial, que en el sector frutihortícola es sumamente amplio, (jugos, concentrados, extractos, dulces, jaleas, conservación al natural, etc.) ya que en la actualidad cada vez articula más con la producción primaria de frutas y hortalizas, ya sea porque se integran (la agroindustria y la explotación) en sociedades o grandes corporaciones o convienen directamente con el productor agropecuario para determinar fechas de entrega, calidad y volumen de producción de acuerdo a estándares demandados por la agroindustria.
El sector comercial que incluye empaque, transporte y venta: La manipulación de frutas, hortalizas y flores requiere el conocimiento de su biología para poder hacer una correcta comercialización, porque de no ser así se producen daños que ocasionan pérdidas económicas al productor y en la cadena misma. Conocer de los procesos de la producción y manipulación post-cosecha y sobre los insumos, máquinas y herramientas; requieren de técnicos que dominen los aspectos específicos vinculados con la calidad, el acondicionamiento y el planeamiento estratégico y logístico para la comercialización de frutas, hortalizas y flores.
Otro ámbito claro de inserción laboral son las empresas de servicios que ofrecen prestaciones en tareas puntuales estacionales, como poda, raleo, injertos, monitoreos, implantación de montes frutales, de desmonte ó de instalación de riego. También pueden incluirse los servicios de asesoramiento técnico para la producción que brindan las cooperativas, las asociaciones de productores o las consultoras, siempre supervisados por un profesional.
Las asociaciones de productores como son las federaciones y cooperativas agrícolas, representan un ámbito de inserción laboral importante, pues en gran parte de ellas se realizan tareas relacionadas con la producción de frutas, hortalizas y flores principalmente en tareas de acopio, acondicionamiento, empaque y comercialización de productos frutihortícolas; y en segunda medida el asesoramiento a clientes y asociados, en la comercialización de insumos agrícolas.
En las agencias gubernamentales y no gubernamentales de desarrollo las cuales constituyen un pilar fundamental en el crecimiento y desarrollo local, regional y territorial del país. En las cuales se realizan una amplia gama de tareas y actividades vinculadas principalmente con la extensión rural y la promoción social entre otras, en la cual el técnico superior puede desempañarse en la participación y ejecución de proyectos vinculados con los temas de su especialidad.
Otro campo de acción, que de hecho ocupa actualmente un papel significativo, aunque no por ello del todo deseable si no se combina con la experiencia profesional en el sector, es el trabajo en instituciones educativas. Todos estos espacios ocupacionales se abren para los técnicos superiores, ya que todas estas empresas agrícolas y organizaciones requieren de personal capaz de entender la lógica de la producción frutihortícola, su organización y gestión, para que pueda realizar tareas tales como el diálogo o asesoramiento al productor, hacer demostraciones o realizar tareas de seguimiento de experimentos de campo o de control de calidad de los productos primarios que entran en la fábrica o al circuito de comercialización con un dominio de los saberes técnicos, prácticos y sociales complejos propios de su nivel.